¿Qué es el TDAH?
El Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es un trastorno neurobiológico que se caracteriza por una combinación de factores genéticos, neurológicos y ambientales.

Causas del TDAH
Las causas principales del TDAH son:
- Genética: El TDAH tiende a ser hereditario, por lo que puede haber antecedentes familiares de trastornos similares.
- Desequilibrios químicos en el cerebro: Se ha observado que hay alteraciones en los neurotransmisores que regulan la atención y el comportamiento.
- Factores ambientales: Exposición prenatal a sustancias tóxicas como el tabaco, alcohol o drogas, y complicaciones durante el embarazo pueden influir en el desarrollo del TDAH.
- Lesiones cerebrales: En algunos casos, las lesiones cerebrales pueden estar asociadas al desarrollo del trastorno.
Síntomas del TDAH
Los síntomas del TDAH varían entre los individuos, pero generalmente incluyen:
- Inatención: Dificultad para concentrarse en tareas, olvidar detalles, cambiar de una actividad a otra sin completar las anteriores.
- Hiperactividad: Inquietud constante, moverse o hablar en exceso, dificultad para quedarse quieto o en silencio.
- Impulsividad: Actuar sin pensar en las consecuencias, dificultad para esperar turnos, interrumpir conversaciones o actividades.
Es importante notar que los síntomas deben ser persistentes y estar presentes en diferentes contextos (escuela, hogar, trabajo) para ser considerados un trastorno.
Diagnóstico del TDAH
El diagnóstico del TDAH es realizado por un profesional de la salud, como un psicólogo o psiquiatra, mediante una evaluación completa que incluye:
- Entrevistas clínicas: El médico realiza preguntas detalladas sobre los síntomas, el comportamiento y los antecedentes familiares.
- Cuestionarios y escalas de evaluación: Se utilizan herramientas estandarizadas para evaluar los síntomas y su impacto en la vida diaria.
- Observación directa: A menudo se observa el comportamiento del paciente en diferentes entornos para verificar la consistencia de los síntomas.
- Evaluación neuropsicológica: Se pueden realizar pruebas cognitivas para evaluar las funciones cerebrales relacionadas con la atención, el control de impulsos y la memoria.
Tratamiento del TDAH
El tratamiento del TDAH suele ser multidisciplinario y puede incluir:
- Medicamentos: Los estimulantes, como el metilfenidato (Ritalin), y los no estimulantes, como la atomoxetina, son los medicamentos más comunes para el TDAH.
- Terapia cognitivo-conductual: Ayuda a las personas con TDAH a mejorar sus habilidades de organización, control de impulsos y manejo de emociones.
- Entrenamiento en habilidades sociales: Los programas de entrenamiento pueden mejorar las interacciones sociales y el comportamiento en entornos grupales.
- Educación y apoyo familiar: La intervención temprana en el entorno escolar y familiar es clave para mejorar el rendimiento y la adaptación del paciente.
Prevenir TDAH
Aunque no se puede prevenir el TDAH de manera definitiva, algunas estrategias pueden reducir el riesgo de desarrollar el trastorno:
- Evitar el consumo de sustancias durante el embarazo: El alcohol, el tabaco y las drogas durante el embarazo aumentan el riesgo de desarrollar TDAH en los niños.
- Atención prenatal: Asegurarse de recibir cuidados prenatales adecuados y mantener una dieta saludable durante el embarazo.
- Fomentar el desarrollo cognitivo y emocional: La estimulación temprana y el apoyo emocional en los primeros años de vida pueden ayudar a reducir los efectos de los factores de riesgo.
- Establecer rutinas saludables: Mantener una rutina de sueño, una alimentación balanceada y ejercicio físico regular puede ser beneficioso para la salud mental y el bienestar general.